Hace ya más de dos años que veo caranchos en el cielo de Buenos Aires. En un principio los veía ocasionalmente con binoculares desde mi balcón, posados en una antena de bastante altura. Más adelante algunos se instalaron en algún edificio de la avenida del Libertador entre Kennedy y Fray Justo Santa María de Oro. Desde allí cruzan volando y planean sobre los parques buscando alimento o algunas veces ramas que supongo serán para armar su nido. Las cotorras y palomas suelen huir en masa. El grito de las primeras es la señal con la que mejor se puede advertir la presencia de los caranchos. Pero un grupo de cotorras y calandrias trata de azuzarlos con vuelos rasantes sobre sus cabezas.
En una ocasión (el pasado año 2010) un carancho bajó hasta el suelo logró llevarse entre sus garras a una paloma que, evidentemente, no podía volar.
He visto caranchos revoloteando sobre la zona de Pacífico, más exactamente sobre la esquina de avenida Santa Fe y Godoy Cruz. También los pude divisar en la parte alta de un rascacielos de base circular en la avenida del Libertador y Carlos Pellegrini.